Tuesday, August 17, 2010

The Star Crossed Lovers

Ayer se celebró el Festival de Tanabata en Japón, celebración también llamada “Festival de Las Estrellas” en honor a sus dos protagonistas - Orihime (Vega) y Hikoboshi (Altair)- . La legenda japonesa nos presenta a la hermosa princesa Orihime, hija del emperador celestial Tentei, para quien tejía espléndidos ropajes a orillas del Amanogawa (Vía Láctea).

Sin embargo, Orihime era infeliz, pues debido a sus arduas labores nunca se había enamorado; su padre afligido por su hija, decide entonces concertar un encuentro entre ella y Hikoboshi (Pastor de las Estrellas), quien residía al otro lado del Amanogawa, cuidando de sus rebaños.

La juventud llama a la juventud, la belleza llama a la belleza y el amor llama al amor; la Princesa Tejedora y el Pastor Celestial se enamoraron al instante y poco después se casaron. Y como a veces sucede cuando se tiene mucho de algo bueno, perdieron el equilibro con la vida; Orihime descuidó sus tareas y dejó de tejer para Tentei, al tiempo que Hikoboshi descuidó su rebaño y dejó que las estrellas se desperdigaran por el Cielo. Furioso, Tentei separó a los amantes, uno a cada lado del Amanogawa, prohibiendo que se vieran.

La princesa acongojada profundamente por la pérdida de su amado Hikoboshi le pidió a su padre el poder verse una vez más. Tentei, conmovido por las lágrimas de su hija, permitió que los amantes se vieran el séptimo día del séptimo mes (según el calendario japonés lunisolar), siempre que Orihime tuviera terminado su trabajo.

No obstante, la primera vez que intentaron verse se dieron cuenta de que no podían cruzar el río, dado que no había puente alguno. Orihime lloró tanto que una bandada de urracas vino en su ayuda y le prometieron que harían un puente con sus alas para que pudiera cruzar el río. Pero, si la princesa no ha realizado todo el trabajo que debería en un año, el día del reencuentro lloverá, las urracas no podrán venir y los amantes tendrán que esperar hasta el año siguiente.

El día antes del Festival Tanabata, los japoneses expresan sus mejores deseos, mediante escritos en una tira de papel colorido, que se ata a las ramas de un árbol de bambú. Se cree que las oraciones y peticiones pronunciadas y colgadas en los árboles de bambú en la noche de Tanabata, serán concedidas.


My Thoughts:

Hay cierto factor en las historias japonesas, que, si bien son fantásticas (en los dos sentidos de la palabra) también nos transportan a un mundo más intimo y complejo, quiero decir con esto que sus historias nos llegan al corazón, a lo más profundo de nuestro ser, apuntan a la psiquis y a nuestros sentimientos más primitivos y esenciales.

Haciendo un rápido análisis desde una perspectiva occidental, donde estamos acostumbrados al famoso “felices por siempre” el cuento de Orihime y Hikoboshi no encaja con nuestra sociedad, en nuestra cultura la princesa y su amado se enamorarían, pasarían por ciertas pruebas para demostrar el afecto que se tienen y tendrían su final de felices por siempre.

En cambio, la perspectiva japonesa de “amor” es bastante distinta, llena de melancolía, tristeza y sufrimiento; muchísimo más aguda. En mi opinión, nosotros (los occidentales) quemamos la idea de amor, nuestro amor es algo expuesto, fatuo, y banal. “Amamos” a alguien, entonces tenemos que pasar por pruebas para demostrar nuestros sentimientos, para finalmente llegar a nuestro ser amado, profesar nuestro amor y ser felices por siempre, un final totalmente cerrado que consume el amor tan fácil como el fuego consume un pergamino, porque eso es lo que ocurre, abrasamos el sentimiento.

En contraste, Orihime, quien vivía afligida pues jamás había amado, conoce a su Hikoboshi e intentan vivir al estilo occidental, como la historia nos relata, pierden el control y el equilibrio y deben ser separados; verdaderamente triste, y sin embargo es por ese hecho que su amor nos parece hermoso, bello y trágico a la vez, como la vida de una flor. Su amor es algo que llevan por dentro, no pueden verse, ni tocarse; es fuego que no puede exteriorizarse y así, la llama crece, realmente viven por su amor, y crece cada día más, hasta que finalmente su encuentro no puede ser más que perfecto.

Su final, a pesar de que a primera vista no lo parezca, es feliz. Orihime realmente aprendió lo que es amar, y vivirá siempre con el sentimiento por dentro. Amor, saudade y tiempo hacen a la Princesa Tejedora y al Pastor Celestial sean verdaderamente inmortales.

Lo único que queda por decir, es que ayer no llovió en Japón…

Friday, August 6, 2010

Aurea Mediocritas


Los Godos fue el primer pueblo germánico que invadio el Imperio Romano en el 410; tomaron la Galia y España hasta el 711, año en el cual entraron los árabes.

En Venezuela llamamos godo al poderoso y rico, y por su parte, los romanos los llamaban bárbaros, como llamaban a las civilizaciones distintas a las de ellos, y posteriormente la historia se encargó de seguir usando el calificativo de bárbaros para designar "las bandas armadas que invadieron, derribaron los emperadores de occidente y fundaron sobre las ruinas de su Imperio, Estados más o menos durables."

Es evidente que con el paso del tiempo, las palabras van cambiando de sentido, por citar otro caso, el vocablo ordinario el cual originalmente significaba: "común, regular y que acontece las más veces", cuando nos referimos a algo vulgar, basto o plebeyo, recurrimos al uso del mismo término.

Igual pienso que ha sucedido con la palabra mediocre, veamos.

El hombre es el resultado de una herencia genética y de un entorno que lo moldea, y pareciera llamado a estar, ser y vivir siempre entre parámetros. Su propia vida es lo que está entre el nacer y el morir; entre el deseo y el logro; entre la luz y la oscuridad. Siempre está entre dos cosas, cuando escoge una, renuncia a la otra; a veces esta entre la fama y la anonimmia, entre el ser conservador o liberal.

La mediocracia o mesocrasia, es la clase de gobierno donde la clase media tiene preponderancia. Más aún, significa "clase social acomodada, burguesía", y por otra parte, mediocridad significa algo entre grande y pequeño, algo entre bueno y malo; no obstante cuando usamos el término nos referimos categóricamente a algo despreciable, con todo el peso de la displicencia en el que podamos pensar.

Llegando al punto que quiero tratar en este artículo, analicemos ahora la expresión áurea mediocritas, lo cual significa: Dorada Medianía, frase usada por Horacio en sus famosas Odas, entre las cuales, en la Oda 10, dice: "...la felicidad está en la mediocridad e igualdad del alma." Por cierto que a la poesía horaciana se le considera modelo de moderación.

Mediocritas en latín, significa: "justo medio, moderación"; y se utilizaba esta expresion para resaltar la virtud de la ponderación. Recordemos que el equilibrio, o el justo medio, es el fundamento de la teoría filosófica de Jean Paul Sartre, de cuyo existencialismo -prioridad a la existencia sobre la esencia- participaron otros pensadores contemporáneos, entre ellos Nietzche, Dilthey, Bergson y de cierta manera Heidegger.

Alguien escribió que el medio es preferible a la meta; el comienzo de algo es sólo esperanza; la meta es sólo logro; sin embargo, el medio esta compuesto de esperanza y logro.

Reiterando que el hombre esta siempre entre dos cosas, entre el acierto y el error; entre el sueño y el despertar, entre el llanto y la risa; entre el ser libre y solo, o convivir; entre la meditación y la aqcción; entre el ayer y el mañana; entre niño y viejo; entre ignaro o conocedor.

Antes del s. XVIII, el conocimiento de los hombres se ubicaba dentro de dos parámetros, sabios o ignorantes. Posteriormente aparecieron los especialistas, quienes no eran sabios porque no lo sabían todo, pero tampoco eran ignorantes, pues sabían algo. El filósofo Ortega los calificó como "sabios ignorantes" o "bárbaros especializados." Atrevámonos a llamarlos mediocres, con la esperánza de que de ahora en adelante este calificativo nos resulte reconfortante y no peyorativo.

Bien conocido es el dicho: "En el termino medio está la virtud." Hasta la próxima =).

Tuesday, July 20, 2010

REBELIÓN (reflexión personal)

No existe otro sentimiento o acto más humano, que el acto de rebeldía. Una actuación que ha llevado al hombre a elevarse por encima de ordenes y sistemas que han pretendido arbitrariamente usar su poder para conquistar el espiríritu del hombre a través del engaño de la conciencia que denigra la razón. No existe mayor representación del espirítu del hombre que aquella relatada en los primeros capitulos de la Biblia, donde el hombre fue condenado por haber tomado los frutos del arbol prohibido, en representación y en contradiccion del mandato divino. La razón es la prisión de las sombras del hombre y el verdugo de sus más horrendas actuaciones.

Del mismo modo, Montesquieu una vez expresó que “el pueblo nunca se equivoca, pero constantemente se le engaña”. Asi como los revolucionarios franceses se impusieron sobre una situacion que aparentaba investirse de una condicion divina-natural incuestionable, el mundo actual se enfrenta con situaciones que han de probar su cordura y fuerza institucional. Una rebeldía que invoca el enfrentamineto de ideas, un conflicto ideológico que ha de revelar el verdadero sentimiento de un pueblo que históricamente ha sido objeto de humillaciones silenciosas que resuenan en el vacio de nuestra indiferencia. Nuestra rebeldía no es dirigida a aquél que detenta el poder ni aquél que lo cuestiona, es un movimiento que alcanza su propósito con la sola manifestación de la duda que yace en la libertad de nuestras conciencias y que desemboca en la voluntad que hace efectiva su realización. Un gran lider una vez dijo: “no se equivoquen, toda revolución es siempre en mejora”. Hemos de entender esto no como una excusa para aquellos que han querido perpetuarse e imponerse sobre la voluntad de otros, sino como una marcha de espiritus libres que buscan liberarse de si mismos y de las ataduras que imposibilitan su progreso.

El verdadero poder de una revolución, de un acto de rebeldía, no se encuentra en el numero de brazos de sus miembros ni en los fines de sus precursores sino en la fuerza de sus principios que hacen que cada uno de ellos sea propietario de su conciencia y voluntad real que conlleva a un bien y que hace posible la apertura de espacios libres. La rebeldía no puede ser una situación eventual sino debe ser una constancia de vida.

Te rebelarás?

Saturday, May 22, 2010

Mushi


Here I place a fragment of the article [] The Japanese "mushi" and the Russian "Toska" by Iwa ni Hana, who unfortunately has decided to stop writing for a while. I only dare to suggest that I consider that the Greek phrase "Know thyself" by the great Thales of Miletus plays a key role in our heart, and now, stepping aside I invite you to dive into the fascinating Japanese culture and soak in its beauty through the wonderful perspective of Iwa ni Hana:

There is a special meaning to the word mushi [] in Japanese, the nuances of which are lost in its common English translation of “insect” or “bug.” I think it would be most straightforward to quote directly an excerpt from an article called Mushi ga ii [虫がいい] from am insightful book entitled Nihongo Omote to Ura [日本語 表と裏] written by Morimoto Tetsurou [森本哲郎]. Below is my translation:

The Japanese characterize such mysteries of the heart as mushi. The heart is what one desires, what one thinks and what one feels. Nevertheless, there are times when the heart does not work the way one would like it to. In other words, there is another heart within one’s heart. The Japanese call that “second soul” mushi. It is believed that, of the two, mushi is by far closer to the depth of one’s being. The reason for it is that when one loses consciousness and when one’s breathing weakens, the Japanese call that condition “the breath of mushi.” The breath of mushi means that only the mushi within one’s body is left to do the breathing. In other words, mushi is the last thing that supports one’s life. In that sense, the Japanese concept of mushi is close to Freud’s libido.

Mushi clearly means more than just “insect” or “bug.”

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Aquí coloco un fragmento del articulo [] The Japanese “mushi” and the Russian “toska” por Iwa ni Hana, quien lamentablemente ha decidido dejar de escribir por un tiempo. Solo me atrevo a decir que considero que la expresión griega “Conócete a ti mismo” del gran Tales de Mileto juega un papel fundamental en nuestro corazón; y haciéndome a un lado ahora los invito a sumergirse en la fascinante cultura japonesa y empaparse de su belleza, a través de la perspectiva de Iwa ni Hana:

Hay un significado especial acerca de la palabra mushi [] en Japonés, cuyos matices han sido perdidos en su común traducción al inglés como “insecto” o “bicho”. Creo que lo mas sencillo es citar directamente un extracto de un articulo llamado Mushi ga ii [虫がいい] desde un perspicaz libro titulado Nihongo Omote to Ura [日本語 表と裏] escrito por Morimoto Tetsurou [森本哲郎]. Abajo se encuentra mi traducción:

Los japoneses caracterizan a tales misterios del Corazon como mushi. El corazón es lo que uno desa, lo que uno piensa y lo que uno siente. No obstante, hay ocasiones en donde el corazón no funciona en la manera en que uno quisiera que. En otras palabras, existe otro corazón dentro del corazón. Los japoneses llaman a esa “segunda alma” mushi. Y se es creído que, de los dos, mushi es por mucho trecho más cercano a las profundidades de nuestro ser. La razón de esto es que cuando uno pierde la conciencia y cuando la respiración se debilita, los japoneses llaman a esta condición “el aliento de mushi.” El aliento de mushi significa que solo el mushi que se encuentra dentro de uno queda ejecutando la respiración. En otras palabras, mushi es el último recurso en que se apoya la vida. En este sentido, el concepto japonés de mushi se encuentra cerca de la libido de Freud.

Claramente, mushi significa mucho mas que “insect” o “bicho.”

Saturday, March 27, 2010

Nobility

Nobility



A few days ago I had the opportunity to see "The Young Victoria", movie directed by Jean-Marc Vallée. It was impossible for me not to submerge in the plot, it’s aesthetically pleasing in every sense, the love story is truly beautiful, the wardrobe is simply magnificent, the artistic direction is incredible, in short, visually the movie absorbs you and introduces to that fantastic, and even at times mysterious world of royalty.

Originally, I planned to write this post about the movie, I wanted give my impressions, to speak about the life of the true Victoria, to give curious and interesting data and anecdotes of the monarch…but while I was writing the article in my head and meditating on the matter, I found a barrier.

I think, that in order to know and truly understand about a certain theme, it’s principles should be dominated; therefore in this post I will treating about nobility, and the titles of peerage, in a very general form, of course, but at the same time precise, so that the reader does not feel lost, when the theme is mentioned.

Nobility: The body of persons forming the noble class of a country or state. A socially or politically privileged class whose titles are conferred by descent or by royal decree.

The nobility is a privileged state, a status or a generally hereditary position. The term originally refers to those people that were known and noticed in the pre-modern societies. In the feudal systems –in Europe and the whole world– the noble were those people that had a fief or a considerable portion of land in exchange of vassalage, which is to swear loyalty and provide other services (mainly military) to the monarch.

The peerage system is a distinction of social classes, of diverse form and denominations. At first the system was an indicator of the supreme public and military charges –for example duces and comitis- the ones that originated the current titles of Duke and Count.

Very quickly, nobility began to be seen as a hereditary caste, sometimes associated with the right to a title (also hereditary) and different privileges.

When speaking of titles, there are two factors of significant importance:

1) The dignity: This refers to the charge or honorable employment of authority.
2) The title: It is a dignity name, as that of Lord, Baron, Marquess or Duke, with it, a sovereign distinguishes between ranks; the title has the denomination of a place, of a surname, of a memorable event, etc.

The recognition of a title implies the recognition of the respective dignity. The titles and dignities of greater rank are that of: Emperor, King, Grand Duke, Prince, Duke…

A noble is the person that by its illustrious birth or by grace of the Monarch has some title of the kingdom and by extension of his kin.

There are two types: Hereditary, that is to say that has the title for own right; and the other type which is given or conferred by the Prince. At the same time the titles can be transmissible to the descendants or well to be life.

Peerage titles obey to a hierarchy, being thus called in decreasing form:

Sovereigns

1) Emperor: In Latin signifies victorious, referred to as His Imperial Majesty and His Royal highness or Imperial.

2) King: Monarch or sovereign prince of a kingdom continues the emperor in the descending scale of dignities and is referred to as His Majesty.

Members of The Royal Family

3) Grand Duke: Continues in order to the titles of Emperor and King. The Germans consider it an intermediate title between King and Prince. In the old Russia the title corresponded only the princes from the imperial family. Referred to as His Highness or His Serene Highness.

4) Prince: Comes from the Latin princeps that signifies first one, chief, the first one and superior. First-born son of a sovereign, heir of his crown; in Spain of Asturias; in England of Wales, in Holland of Orange, in Belgium of Brabante. In Italy they were those of Piedmont, in Greece of Sparta, in Russia
Zarevitch, in Portugal of Braganza; in France they were called them dolphins.

High Rank Nobility

5) Duke: In Europe is the title of honor destined to signify the highest nobility. Referred to as His Excellence.

6) Marquis: Upper title to that of count, Referred to as His Excellence.

7) Count: One of the titles that the sovereign offers to a certain person, over viscount and inferior to that of marquis Referred to as His Excellence.

8) Viscount: Lieutenant or replacement of the count. Referred to as His Excellence.

9) Baron: Is the title of smaller rank among the peers of the kingdom. Referred to as His Excellence.


Low Rank Nobility

10) Sir: It is the inferior rank nobility offered by some monarchs. In remembrance of the Feudal Lord.

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Nobleza




Hace unos días tuve la oportunidad de ver “The Young Victoria”, película dirigida por Jean-Marc Vallée. Me resultó imposible no sumergirme en la trama, es estéticamente agradable en todo sentido, su historia de amor es preciosa y verdadera, el vestuario es simplemente magnifico, la dirección artística es increíble, en fin, visualmente la película te absorbe e introduce a ese fantástico e incluso a veces misterioso mundo de la realeza.

Originalmente, planeaba escribir este post acerca de la película, quería dar a conocer mis impresiones, hablar acerca de la vida de la verdadera Victoria, dar datos curiosos, anécdotas sobre la monarca…pero mientras escribía el artículo en mi cabeza y meditaba sobre el asunto, me encontré con una barrera. Yo opino, que para saber y entender verdaderamente acerca de algún tema, se deben dominar sus principios; de esta forma en este post trataré acerca de la nobleza, y los títulos nobiliarios por supuesto, de una forma muy general pero al mismo tiempo precisa, de forma que el lector no se sienta perdido, al tratar del tema.

Nobleza s. f. Se conoce como nobleza a la clase o grupo social formado por los nobles de un país o un territorio.

La nobleza es un estado privilegiado, un status o posición generalmente hereditaria. El término originariamente se refiere a aquellas personas que fueron conocidas y destacadas en las sociedades pre-modernas. En los sistemas feudales –en Europa y el resto del mundo– los nobles eran aquellas personas que tenían un feudo o una porción considerable de tierra, bajo vasallaje, es decir a cambio de lealtad y otros servicios (principalmente militares) al monarca.
El título monárquico proviene de una distinción de clases sociales, que son diversas formas y denominaciones.

En un principio fueron indicadores de los supremos cargos militares y públicos –por ejemplo duces e comitis- los que luego originaron los títulos actuales de Duque y Conde.
Rápidamente comenzó a verse como una casta hereditaria, a veces asociada con el derecho a un titulo (también hereditario) y distintos privilegios.

Al hablar de títulos nobiliarios, se deben tomar en cuenta dos factores de suma importancia:

1) La dignidad: Que refiere al cargo o empleo honorífico o de autoridad.
2) El título: Es una dignidad nobiliaria, como la de Señor, Barón, Marques o Duque, con la que un soberano distingue a algunos; conlleva la denominación de un lugar, de un apellido, de un suceso memorable, etc.

El reconocimiento de un título implica reconocer la dignidad respectiva. Los títulos y dignidades de mayor significación son los de: Emperador, Rey, Gran Duque, Elector, Duque, Príncipe, Papa.

Noble es la persona que por su ilustre nacimiento o por gracia del Príncipe usa algún título del reino y por extensión de sus parientes. Hay dos tipos: Originaria es decir aquella que se ostenta por derecho propio y otra otorgada o conferida por el Príncipe. A su vez los títulos pueden ser trasmisible a los descendientes o bien ser vitalicios.

Los títulos nobiliarios obedecen a una jerarquía siendo así denominados en forma decreciente:

Soberanos

1) Emperador: En latín significa victorioso o vencedor, su tratamiento honorífico es Su Majestad Imperial y Su Alteza Real (S.A.R.) o Imperial.

2) Rey: Monarca o príncipe soberano de un reino, sigue al emperador en la escala descendiente de dignidades y su tratamiento es Su Majestad.

Miembros de La Familia Real

3) Gran Duque: Sigue en orden a los títulos de Emperador y Rey. Los alemanes lo consideran título intermedio entre Rey y Príncipe. En la antigua Rusia correspondía únicamente a los príncipes de a familia imperial. Su tratamiento es el de Su Alteza o bien Alteza Serenísima.

4) Príncipe: Proviene del latín princeps que significa primero, jefe. El primero y superior en una cosa. Hijo primogénito de un soberano, heredero de su corona; en España de Asturias; en Inglaterra de Gales, en Holanda de Orange, en Bélgica de Brabante. En Italia eran los de Piamonte, en Grecia de Esparta, en Rusia Zarevitch, en Portugal de Braganza; en Francia se los llamaba delfines.

Alta Nobleza

5) Duque: En Europa es el título de honor destinado a significar la nobleza más alta. Estado que gobierna: ducado. Tratamiento: Su Excelencia

6) Marqués: Título nobiliario superior al de conde, su posesión territorial es el marquesal. Tratamiento: Su Excelencia

7) Conde: Uno de los títulos nobiliarios que los soberanos otorgan a cierta persona, superior a vizconde e inferior al de marques. A partir del siglo XIX quedo reducido a título puramente honorífico. Tratamiento: Su Excelencia

8) Vizconde: Lugar teniente o sustituto del conde. Tratamiento: Su Excelencia

9) Barón: Es el título de menor rango entre los pares del reino. Tratamiento: Su Excelencia

Baja Nobleza

10) Señor: Es el ultimo titulo de nobleza otorgado por algunos monarcas. Recuerdo al Señor Feudal. Dicha dignidad en algunos reinos adquirió mayor prestigio y poder que los condes.

Saturday, February 27, 2010

Hipnos

Se cuenta que estando de descanso Unamuno en su casa de veraneo, pasó un campesino, quien al ver al filósofo sembrando una planta, le dijo: “Buen día don Miguel, ¿Trabajandito?; a lo cual le contestó: “No, descansandito”. Al día siguiente pasa de nuevo el mismo campesino y al ver a Unamuno leyendo un libro, le dijo: “Buen día don Miguel, ¿Descansandito?; a lo cual le contesto el pensador: “No, trabajandito”.


El descanso implica de cierta manera, el cambiar de actividad. El trabajo físico requiere descanso físico y entretenimiento, y muchas veces el intelectual descansa llevando a cabo una actividad que le signifique un esfuerzo físico. Mas el verdadero descanso común a todos, es el sueño, el acto de dormir.


Perseo, rey de Macedonia, fue muerto, no dejándole dormir. Herodoto hablaba de hombres que dormían seis meses y velaban los otros seis, y curiosamente cuenta que el sabio Epiménides, durmió durante cincuenta y siete años seguidos.


Se dice que a Salomón le fue concedida su sabiduría durante un sueño y es precisamente el sueño lo que hace que el genero humano se clasifique entre los animales diurnos. Se ha tratado de explicar la razón por la cual el hombre empieza a acostarse para su descanso, era por el hecho que consideraba esa posición horizontal, el equilibrio perfecto de su cuerpo.


Por su parte, fue El Sueño, la primera obra que comenzó a escribir el genial Quevedo. Por cierto que en uno de esos relatos, titulado las “Zahúrdas de Platón”, cuenta el autor que vio “dos sendas que nacían de un mismo lugar y una se iba apartando de la otra, como si huyesen de acompañarse.”. Se trata de dos sendas, la de la derecha angosta y tortuosa por la cual transitaban hombres descalzos y desnudos, la de la izquierda amplia, por donde transitaban hombres de gala, carrozas y gente conocidas por sus vicios. Este último era el camino hacia el infierno. De ese escrito, parece provenir el conocido dicho: “Dime con quién andas y te diré quien eres”.


En la mitología griega, Sueño era el dios alegórico de Grecia, al cual se le llamaba Hipnos. En la Ilíada se cita a Hipnos (el sueño) y a Tánatos (la muerte). Lo primero, la “suspensión momentánea de las facultades activas”; lo segundo, la “cesación absoluta y definitiva de las funciones vitales”.